Si bien es cierto que las películas dobladas son más cómodas, y aquí alguno dirá “claro, porque no hay que leer” (vagos de…). Las películas en versión original nos permiten, muchas veces, captar más matices de la historia; personajes que mezclan inglés y español, bromas intraducibles o incluso diálogos muy distintos que han tenido que cambiarse para poder encajar el sonido con los movimientos de los actores.
Muchos países no doblan las películas, simplemente las proyectan en su idioma original con subtítulos. Esta es una de las razones por la que estamos tan atrasados en cuanto al nivel de inglés medio en Europa, pues la mayoría de las películas son en inglés. Ver el cine en este idioma ayuda a adecuar el oído.
Por supuesto siempre hay alguien especial que es la excepción a la regla y ¿quién si no?... ¡Estados Unidos! En EE.UU. no se doblan las películas extranjeras, pero tampoco se proyectan subtituladas, es más, ni siquiera creo que las proyecten.
Esa máquina de crear dinero que es Hollywood compra los derechos y hace otra, igual pero con sus propios actores. ¿Para qué complicarse la vida? ¿No?
Mi último argumento es la indiscutible mejoría de las películas al escuchar la voz de los actores, personalmente encuentro un error garrafal en la elección de la voz de Jack Nicholson en “En el resplandor”. A mí me hizo tanta gracia que apenas pudo causarme mala impresión, nadie tomaría en serio a alguien con esa voz (sin ofender al dueño de la misma).
Conclusión: Las películas en V.O.S y los asesinos con voz grave.
No hay comentarios:
Publicar un comentario