NUESTRO COLE EN EL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

EN ESTE ARTÍCULO, NUESTRA COMPAÑERA, AURORA POBLETE, NOS TRASMITE SU EXPERIENCIA EN LA XII SESIÓN NACIONAL DEL MODELO DE PARLAMENTO EUROPEO

Cuando nos eligieron para pasar a la fase final del modelo de parlamento europeo, lo primero que pensamos, después de la alegría inicial, es que iba a ser muy duro e iba a suponer mucho trabajo y esfuerzo.

La verdad es que no nos equivocamos. Tras nuestra llegada a Alcalá de Henares experimentamos durante cuatro días una vorágine rapidísima en la que apenas nos daba tiempo a asimilar lo que estaba pasando. No teníamos nada de tiempo libre y apenas pudimos descansar. Prácticamente no salimos del hotel, los horarios estaban planificados al milímetro y ¡estábamos siempre corriendo!

Sin embargo, los madrugones, el viaje en bus y las largas reuniones en comisión merecieron la pena. Todo cobró sentido cuando el lunes, en el congreso de los diputados, pudimos defender nuestras resoluciones y debatir sobre los temas que tanto tiempo llevábamos estudiando.

Nada de esto hubiera sido posible, sin nuestro profesor de filosofía al que queremos agradecerle habernos metido en este lío.

No obstante, si tenemos que quedarnos solo con una cosa de esta breve experiencia yo elegiría, sin ninguna duda, a nuestros compañeros.

Chicos y chicas de toda España con opiniones muy distintas, con los que discutíamos hasta en las comidas para intentar llegar a un consenso. A pesar de ello, en el fondo éramos muy parecidos y nos comprendíamos mutuamente. Fueron ellos los que nos hicieron las reuniones más amenas y los nervios más llevaderos.

Por eso, el momento más triste fue el lunes, cuando tras acabar la sesión, tuvimos que decir adiós a nuestros compañeros en una rápida despedida. Fueron solo cuatro días  pero ya nos sentíamos como si nos conociéramos de toda la vida.

Aurora Poblete (1º bach B)