El 21 de Noviembre, fue un día especial para nuestro colegio. Celebramos el Día Mundial de los Derechos del Niño.
Todos juntos nos hicimos partícipes de las amenazas que hoy día sufren muchos niños y niñas en el mundo, y de todos los programas y ayudas que UNICEF ha estado desarrollando estos últimos años en contra de las precarias condiciones de vida que muchos niños sufren diariamente.
Todas las clases, dedicamos la reflexión de la mañana a concienciarnos de como el mundo puede ser tan distinto, sobre todo para aquellos niños que viven en situaciones de pobreza, injusticias y violencia.
Así que cada uno de nosotros dibujamos una estrella en la que en su interior reflejamos los deseos y los sueños que queremos que para todos los niños del mundo se cumplan.
Ya terminada esta tarea, el H. Luis acompañado de alumnos de algunas de nuestras clases, coloco en el pasillo todas y cada una de las estrellas llenas de deseos que todos nosotros habíamos realizado.
El resultado fue espectacular. Nuestro pasillo se había convertido en un gigantesco cielo de estrellas con cientos de sueños a cumplir. Además, nos divertimos muchísimo con esta actividad. Al final de las clases, todos salimos a los pasillos en busca de nuestra estrella, y creo que más de uno se ha sentido orgulloso al ver su deseo para los niños plasmado en la pared.
En mi opinión, creo que ha sido muy interesante porque todos y cada uno de nosotros hemos reflexionado sobre la cantidad de desgracias que niños de todo el mundo sufre día a día y sobre todo, porque hemos creado el cielo estrellado que todo niño se merece ver.
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